Un diseñador gráfico es aquel que se encarga de plasmar ideas de forma clara y ordenada, usando la imaginación, creatividad, conocimiento de programas de diseño y aplicación de las técnicas y teoría para hacer mas eficaz el mensaje. El diseñador grafico transforma las ideas que el cliente desea.

Su campo de trabajo es muy amplio, va desde el diseño de afiches, diseño editorial,  diseño de logotipos, diseño audiovisual, diseño de páginas web, diseño de modas, diseño de interiores, prototipos de carros, etc. se podría decir que abarca todo tipo de empresa. Donde halla un producto, allí hay diseño gráfico.

El diseñador gráfico utiliza medios visuales y audiovisuales para lograr una eficiente comunicación orientada a actividades como la educación, el comercio, el entretenimiento y, en general, en todos los ámbitos de la cultura.

Hace producciones en dibujo animado, en animación digital y en multimedia, usando medios como el cine, la televisión y la Internet para transmitir mensajes o propiciar la recreación y garantizar que la información y la comunicación se desarrollen adecuadamente.

Ejercer con el objeto de satisfacer las necesidades del usuario tanto nacional como extranjero, las cuales deben incluir no sólo aquellas de índole racional sino también emotiva, respetando su tradición y cultura viva.

Sobre él cae una gran responsabilidad ética y profesional, ya que lleva a los medios de comunicación producciones cinematográficas o de dibujos animados que tienen audiencia a nivel mundial; estos pueden crear o destruir, la opción esta en manos del diseñador.

Labor bien difícil al igual que en muchas otras profesiones, pero recordemos que el diseñador transforma las ideas del cliente, no crea; interpreta, transforma, decodifica… al final el producto es idea original del cliente; esto no inhibe de toda responsabilidad moral y ética al diseñador, pero si le resta algo de culpa.

En fin, el diseñador grafico se encarga de hacer real las ideas de los clientes, transformándolas en conceptos atractivos y cautivadores para hacer que el producto final lleve a los consumidores a comprar lo que se vende.

El reto es transformas estas ideas el productos de beneficio a la sociedad, ya sea en los medios de comunicación, redes sociales, discografía, multimedia, literatura, productos para el hogar, etc. sin dejar a tras los principios morales y éticos.